jueves, 16 de julio de 2009

Termorregulación e Hidratación en Niños que Realizan Actividad Física

Luis F. Aragón Vargas.
Universidad de Costa Rica, San José, Costa Rica.Gatorade Sport Science Institute.
2da parte INGESTA VOLUNTARIA DE LIQUIDO EN NIÑOS
A pesar de su menor menor tasa de sudoración, los niños se pueden deshidratar tanto como los adultos. En los niños también se presenta el fenómeno de deshidratación voluntaria que consiste en que la persona se deshidrata a pesar de tener líquido abundante disponible para su ingesta. Cuando hay bebidas deportivas isotónicas y con buen sabor, disponibles durante el ejercicio prolongado o después de este, la ingesta voluntaria de los niños es más alta, a tal punto que llega a compensar completamente la perdida de líquidos por sudoración. Existe evidencia preliminar que sugiere que esto podría no ser cierto en niñas aclimatadas al calor (12).
En un estudio publicado en 1996 (14), Wilk & Bar-OR realizaron sesiones de tres horas de ejercicios intermitente en ambiente calido (35 ºC, 50% de humedad relativa) con 12 niños varones de 9 a 12 años de edad. Cada niño hizo el ejercicio en tres ocasiones distintas, en las cuales se le ofreció agua pura, agua con sabor a uva, o agua con sabor a uva con carbohidratos y cloruro de sodio (bebida deportiva). La ingesta voluntaria fue significativamente mayor con la bebida deportiva, mientras que el agua con sabor uva tubo una ingesta intermedia con el agua y la bebida deportiva: al añadir sabor de uva (dulce) al agua la ingesta de líquidos fue 45% mayor que con agua; al añadirse CHO y NaCl, la ingesta de líquidos fue de un 91% mayor que con agua, previniendo la deshidratación voluntaria en los niños. Los autores concluyeron que la ingesta de agua, guiada por la sed, lleva a la deshidratación voluntaria, pero que esto se puede disminuir usando sabores.
Como el estudio anterior se llevo a cavo en Canadá, en invierno, los sujetos no estaban aclimatados al calor y las tasas de sudoración eran muy bajas (alrededor de 250 ml/hora). Cabe la posibilidad de que los niños hubieran logrado evitar la deshidratación voluntaria por no tener que recuperar altos volúmenes de perdida de fluido. Pero el estudio fue repetido en el albergue Olímpico de Salinas, en Puerto Rico, con atletas aclimatados al calor, los que presentaron una tasa de sudoración del doble. En este nuevo estudio (11), la deshidratación ocurrió con agua, pero no con la bebida deportiva. Mas recientemente, se ha demostrado que este efecto del sabor sobre la ingesta voluntaria tampoco es producto de la novedad, al someter a los niños a seis sesiones de 70 minutos de ejercicio en un plazo de dos semanas, en una cámara de calor; la ingesta voluntaria fue consistentemente suficiente para prevenir la deshidratación voluntaria en todas las sesiones (15).
RECOMENDACIONES PARA PROTEGER AL NIÑO DE PROBLEMAS POR CALOR
La prevención de problemas por calor en los niños físicamente activos tiene tres aspectos importantes. En primer lugar, los adultos encargados de las actividades deben tener una idea clara del estrés por calor ambiental que prevalece en un momento determinado. Si este estrés es muy alto, será necesario limitar la duración de la actividad o tomar algunas otras medidas de precaución.
En segundo lugar el proceso de aclimatación debe manejarse cuidadosamente cuando un niño o grupo de niños se traslada a una región donde el estrés por calor ambiental es mayor a lo acostumbrado. Este proceso de aclimatación implica que las sesiones iniciales de ejercicio deberán ser de baja intensidad y de menor duración a lo acostumbrado. La progresión (el aumento de la duración e intensidad del ejercicio) debe ser lenta, para permitir que el niño se adapte plenamente a las nuevas condiciones. La hidratación durante este período de aclimatación es sumamente importante, ya que la hipohidratación puede neutralizar las posibles adaptaciones al calor.
Finalmente, y en tercer lugar, es fundamental prevenir la deshidratación (2). Los entrenadores y los padres tienen la responsabilidad de asegurar que haya oportunidades adecuadas para la ingesta de fluido, la ingesta debería ir más allá de lo que dicta la sed, lo cual se puede lograr mediante un protocolo específico de ingesta de líquidos a intervalos frecuentes. Las reglas de los diferentes deportes deben modificarse de manera que favorezcan la ingesta frecuente de fluidos. En cualquier caso, se debe promover la ingesta voluntaria mediante el suministro de bebidas deportivas agradables al paladar, a una temperatura adecuada entre 15 y 20 ºC (1).
CONCLUSION
Los niños están potencialmente en desventaja termorregulatoria con respecto a los adultos porque tienen una menor capacidad de sudoración y un mayor aumento de la temperatura central, conforme se deshidratan. Cuando se ejercitan en un clima cálido y húmedo, es importante que se tomen algunas medidas preventivas para evitar complicaciones por calor. Todavía es necesario investigar más para entender, entre otras cosas, a) por que las tasas de sudoración son más bajas en los niños; b) qué es exactamente lo que los induce a beber más, y a no caer en la deshidratación voluntaria cuando se usan bebidas deportivas; y c) si hay diferencias termorregulatorias entre niños y niñas.

martes, 7 de julio de 2009

EL RIESGO CARDIOVASCULAR EN LOS ESPECTADORES

Dejo un artículo que he leído en "El Periódico de la Farmacia" que me ha parecido importante para los que amamos el fútbol, una pasión que en ocasiones nos puede acarrear algún que otro susto al corazón, aunque todo depende del equipo del que seamos seguidor.
LOS INVESTIGADORES RECOMIENDAN ADOPTAR MEDIDAS PREVENTIVAS FARMACOLÓGICAS PARA REDUCIR EL RIESGO CARDIOVASCULAR

"Un estudio publicado en la revista New England Journal of Medicine concluye que ver un partido de fútbol estresante aumenta en más del doble el riesgo de sufrir un evento cardiovascular agudo. Así, ante partidos de alta rivalidad que pudieran llevar la emoción del espectador a niveles máximos, podría incrementarse considerablemente el riesgo de cardiopatía aguda, siendo particularmente alto en hombres con enfermedad coronaria previa. Ante esta situación los investigadores recomiendan adoptar una serie de medidas preventivas que incluyen la administración o el aumento en la dosis de beta-bloqueantes, antiinflamatorios, antiagregantes plaquetarios como el ácido acetilsalicílico a dosis bajas, así como inhibidores de los receptores mediadores del estrés, siempre bajo prescripción médica. También se aconseja adoptar técnicas de relajación. La Copa del Mundo de Fútbol que tuvo lugar en Alemania en 2006 ofreció a los autores del trabajo la oportunidad para investigar la relación entre el estrés emocional y la incidencia de eventos cardiovasculares. Para ello se analizaron los pacientes que en ese periodo contactaron con servicios de urgencias, fueron atendidos por un médico y diagnosticados de alguno de los siguientes problemas: dolor torácico prolongado debido a infarto de miocardio, angina inestable, arritmia cardiaca sintomática y paro cardíaco que requirió reanimación cardiopulmonar o el uso de desfibrilador. La incidencia de eventos cardíacos de los residentes en la región de Munich, excluyendo por tanto a visitantes extranjeros o de otras ciudades alemanas, se comparó con los eventos ocurridos en años anteriores durante periodos control similares, obteniendo finalmente un total de 4.279 pacientes asistidos. Los días de los partidos en los que jugaba la selección de fútbol alemana, la incidencia media de emergencias cardíacas fué 2,66 veces mayor que durante el período de control, con un aumento mayor en los hombres que en las mujeres. Los picos de incidencia de eventos cardiovasculares fueron máximos durante las primeras dos horas tras el inicio de cada partido en que jugaba la selección germana. Así pues, parece demostrado que ver un partido de fútbol que provoque estrés en el aficionado puede provocar un infarto de miocardio agudo o una arritmia cardiaca sintomática. No es el resultado final del partido el mayor desencadenante de eventos coronarios, sino la intensidad del mismo y la agitación experimentada por el espectador."
Publicado por Lorenzo Guijarro

viernes, 3 de julio de 2009

Termorregulación e Hidratación en Niños que Realizan Actividad Física


Luis F. Aragón Vargas.
Universidad de Costa Rica, San José, Costa Rica.Gatorade Sport Science Institute.
1ª Parte.
INTRODUCCION
Durante la actividad física, los seres humanos generamos calor que debe ser disipado al medio ambiente de manera eficiente, para evitar un aumento en la temperatura corporal que podría ser perjudicial, no solo para el rendimiento deportivo sino para la misma salud. La deshidratación que normalmente acompaña a la actividad física en mayor o menor medida, también debe ser controlada para que no afecte el rendimiento ni la salud (2). Es particularmente importante entender las respuestas fisiológicas de los niños durante la actividad física, en este caso, en lo que concierne a termorregulación e hidratación.
CARACTERISTICAS TERMOREGULARIAS DEL NIÑO
En muchas áreas de estudio se afirma que al niño no se lo debe considerar como un adulto pequeño, y la fisiología del ejercicio no es la excepción.
Comparados con los adultos, los niños que se ejercitan en el calor muestran típicamente una mayor densidad de glándulas sudoríparas activadas por el calor, es decir, que tienen un mayor número de glándulas sudoríparas por unidad de área de la piel. Esto representaría una ventaja al permitir una sudoración más profusa. Sin, embargo la tasa de sudoración por cada glándula es mucho menor, es, decir, que la temperatura central debe alcanzar niveles más altos para activar la sudoración. El resultado, a fin de cuentas, es una menor producción total de sudor y un enfriamiento menos efectivo. Se ha estimado que la transición de un patrón de sudoración de niño hacia el patrón adulto ocurre durante las etapas tempranas de la pubertad.
Se sabe también que la composición de cloruro de sodio en el niño es distinta: la concentración de cloruro de sodio en el sudor es menor en los niños, mientras que la concentración de lactado, ión hidrogeno, y potasio, es mayor. No se conocen las consecuencias directas de esta composición distinta del sudor, pero una posibilidad seria que las bebidas deportivas ideales para los niños fueran ligeramente distintas a la de los adultos.
Los niños tienen también una mayor proporción del gasto cardiaco que fluye hacia la piel, lo cual podría ayudar en el transporte de calor desde los músculos activos hasta la superficie del cuerpo, donde puede ser disipado más fácilmente hacia el ambiente. Sin embargo, el gasto cardiaco a un consumo de oxígeno determinado es menor en niños que en adultos, de manera que no necesariamente el flujo sanguíneo absoluto hacia la piel va a ser mayor en los niños, a una intensidad determinada de ejercicio.
Los niños muestran típicamente un mayor calor metabólico de locomoción, comparado con los adultos. Esto quiere decir que para caminar o correr una determinada distancia a una misma velocidad, el niño gasta más energía y produce más calor, lo cual facilita el aumento en su temperatura corporal. Si esto se combina con el hecho de que los niños hipohidratados muestran una elevación de la temperatura central más rápida que la de los adultos hipohidratados, es obvio que el niño corre mayor riesgo de alcanzar temperaturas demasiado altas que afectarán directamente su rendimiento y su salud.
Finalmente los niños tienen menor tolerancia al ejercicio, es, decir, que su tiempo de ejercicio hasta la fatiga es más corto. Además, aunque son capaces de al aclimatarse al calor como lo hacen los adultos, el proceso de aclimataciones más lento. Se ha calculado que el tiempo requerido para alcanzar un determinado nivel de aclimatación al calor es aproximadamente el doble que el requerido por los adultos.
En resumen, entonces, los niños están en una cierta desventaja con respecto a los adolescentes y los adultos cuando realizan ejercicio prolongado en el calor, porque tienden a generar más calor, y tienen menor capacidad para para disipar ese calor hacia el ambiente (5). ¿Puede entonces el niño ejercitarse en el calor?.
A pesar de presentar ciertas desventajas, el niño si puede ejercitarse en el calor, a menos que que el estrés por el calor ambiental sea extremo. La diferencia estriba en que el niño se va a fatigar más rápido y, teóricamente, es más susceptible a los males por calor. Esta desventaja teórica no se ha demostrado científicamente, por medio de estudios epidemiológicos que comparen la incidencia de problemas por calor entre niños y adultos, pero es una posibilidad muy real que vale la pena prevenir.

jueves, 2 de julio de 2009

2ª parte Sistemas de juego

Los sistemas de juego de la actualidad: el 1 4-4-2
El 1 4-4-2 y sus variantes tácticas

Nació porque con el 4-2-4 y el 4-3-3 había masificación de jugadores en el área. El técnico inglés Ramsey, campeón con Inglaterra en 1966, eliminó atacantes que “vivían” en el área y situó a medios ofensivos que “aparecían” por sorpresa. Este sistema requería una dosis enorme de trabajo y sacrificio. Era un fútbol carente de sutileza, pero muy efectivo. Es uno de los más utilizados en la actualidad.

Variante 1: en rombo (4-3-1-2)

El rombo es el dibujo que forma la posición de los cuatro volantes. El vértice inferior lo ocupa el jugador del centro más defensivo y el superior, el más ofensivo.

En este sistema de juego, uno o los dos defensores laterales suelen proyectarse y pasar al ataque. El volante central se dedica exclusivamente a defender y hacer relevos, con una gran capacidad de distribución del balón y pensamiento táctico. Los volantes laterales suelen ser volantes mixtos, con gran despliegue físico, capacidad defensiva y llegada al área rival. Como este tipo de jugador es difícil de encontrar, algunos equipos se arman asimétricos, con el volante de una banda con mayor vocación ofensiva y el volante de la otra banda con capacidad defensiva.

Actualmente cada vez se juega menos con este sistema debido a que el “enganche”, aquel jugador encargado de unir el mediocampo con los delanteros, está en extinción. En Europa, a estos jugadores se los intenta reubicar como un cuarto volante dentro del 4-4-2 en línea ó como un centrodelantero retrasado en un 4-4-1-1. Nuestro país está tomando la idea del “viejo continente” y desde divisiones inferiores les exige mayor compromiso defensivo a una especie de jugador creativo y en general reacio a marcar.

La Selección Argentina tanto en el Mundial 2006 (con Pekerman como Director Técnico) como en la Copa América de este año (con Basile) utilizó este sistema de juego con Juan Román Riquelme como organizador.

miércoles, 1 de julio de 2009

Los Sistemas de juego.

1ª Parte .Según Jorge Valdano (1998) “la tendencia de los sistemas de juego a lo largo del siglo ha sido uniforme: cada cierto tiempo un atacante se convierte en volante y un volante en defensa. La historia de ese cobarde retroceso se cuenta en cifras, aparte de la WM: 4-2-4, 4-3-3, 4-4-2, 5-3-2 y ahora el 5-4-1. Esta numeración sirve para que los periodistas sitúen a los aficionados o para que los técnicos los engañemos a todos: se “vende” como 4-3-3 un sistema donde dos de los tres presuntos atacantes corren para atrás antes que hacia delante. Los amigos de las simetrías y de las tácticas creen en los números y los dibujos más que en el talento de los jugadores y, así, le quitan espontaneidad y emotividad al fútbol. Cuidado. Los sistemas deben ser un punto de apoyo en la libertad de los jugadores, no una cárcel para meterlos dentro”.

Un entrenador debe tener una idea de juego y utilizar un sistema de juego con diferentes variantes según las fortalezas, las debilidades, el rival, la localía, el resultado y muchos factores más que no se pueden pasar por alto. Pero principalmente en base a los jugadores.

El caso actual más claro de lo expresado anteriormente es el de José Pekerman en el Mundial del 2006. En tan sólo 5 partidos la Selección pasó por los 3 sistemas de juego de la actualidad. Si pensamos en primera instancia el sistema, se podría encasillar en un 4-4-2 en rombo, con Riquelme como enlace. Si analizamos las proyecciones permanentes de Sorín, tranquilamente se podría decir que Argentina jugaba con un 3-5-2, con su variante 3-4-1-2. Pero en el caso particular del cruce de cuartos de final, en base al rival (Alemania) y a las fortalezas del rival (defensores laterales que pasaban al ataque) el sistema utilizado fue un 4-5-1 con la variante 4-2-3-1 (con Tévez de volante por izquierda y M. Rodríguez por derecha) y un solo centrodelantero.

Coincidimos plenamente con Valdano y es por eso que elegimos estas líneas para expresar nuestro pensamiento. Creemos que en la actualidad para la gran mayoría es mucho más importante el sistema de juego que utiliza un equipo que los jugadores que juegan. Consideramos esto como un error bastante importante en el cual no debemos caer los entrenadores.

Siempre el sistema de juego debe estar armado en base a los jugadores que uno tiene en el plantel. Negar esto y pensar que uno como entrenador puede jugar siempre de la misma manera es encerrarse en una estructura extremadamente rígida que finalmente se termina fracturando.

Prof. Juan Pablo Pochettino
PF Pablo Kordon
DT Emilio Perrone

Fuente.
"Evolución de los sistemas de juego: historia y actualidad".
Memoria final. Curso de Director Técnico de Fútbol. ISDe 2007.
futbolche.blogspot.com